Entre las hoces del rio Júcar y Húecar se levanta la ciudad histórica fortificada de Cuenca.
Destaca su Casco Antiguo, ejemplo de la ciudad medieval que ha conservado su paisaje original y guarda rincones, miradores y monumentos de gran belleza e importancia.
Esta ciudad amurallada donde conviven la naturaleza y la arquitectura dan lugar a una ciudad única.
La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1996.
¿Por qué visitar Cuenca? Porque sus cuestas y calles del casco histórico de Cuenca son como una autopista hacia el cielo, son la prueba de que nada que merezca la pena se consigue sin esfuerzo. Por su papel como capital planetaria del arte abstracto, porque cuenta con la que fue la primera catedral gótica de Castilla y porque, sí, Cuenca existe y está muy cerca de Madrid.
Para perder el vértigo, en mitad del Puente de San Pablo, en plena luz del día o en plena noche, con las luces amarillas del cerro del casco antiguo asomándose sobre ti, mientras tú lo haces sobre el Huécar.
Buscar sus infinitos miradores donde contemplar la ciudad bajo tus pies y sentirte libre en plena naturaleza.
Podrás encontrarlos caminando por las calles del Casco Antiguo y Barrio del Castillo, entre otras zonas.
Invertir en Arte, desde que entras en la ciudad y comienzas a subir hacia la parte antigua podrás apreciar su historia en todos los rincones, desde sus casas de colores, calles, plazas, arcos… y una vez en la Plaza Mayor la Catedral de Cuenca te dejara boquiabierto.
No dudes en visitar la catedral por dentro ¡te sorprenderá!
En el popular barrio de San Martín se sitúan los característicos Rascacielos de Cuenca, un conjunto de viviendas que alcanzan hasta las 10 alturas, ubicadas en la calle Alfonso VIII, que desde la orilla del río Huécar parecen como si de unos rascacielos se trataran.
La plaza Mangana es un perfecto y tranquilo mirador donde tenéis un montón de vistas: A la ciudad nueva, a la Hoz del río Júcar y al casco antiguo de Cuenca en diferentes perspectivas. Os podéis asomar o también os podéis sentar en uno de los bancos de la Plaza para contemplar el bello paisaje de Cuenca.
Consejo; ver desde aquí el atardecer en cualquier estación del año. ¡Un espectáculo para vuestros ojos!
Capital del Arte Abstracto
En julio de 1966, el Museo de Arte Abstracto Español abrió sus puertas en los ya entonces emblemáticos y recién reconstruidos espacios de las históricas Casas Colgadas de Cuenca.
Resultado de la generosa iniciativa de Fernando Zóbel, y la bohemia creativa de la época, de Gustavo Torner a Antonio Saura y Rafael Canogar, hicieran del casco histórico su barrio. Los conquenses piensan en abstracto y adoran a los artistas que no se entienden y las pinturas que parecen no decir nada.
Las Casas Colgadas, son el mejor lugar para apreciar los pensamientos de estos genios.
Y la fundación Antonio Pérez, es el modo óptimo de iniciarse en todo esto de ver arte donde no lo hay.
Aunque Cuenca es de por sí una exposición al aire libre, cuenta con una oferta museística muy completa. Con dos ventajas significativas: la variedad y la concentración de los enclaves en un espacio ideal para ir a pie de un lugar a otro y así disfrutar aún más del arte y la belleza que encierra la ciudad.
Algunos de los museos más populares son:
Museo Paleontológico de Castilla la Mancha
Museo de las Ciencias de Castilla la Mancha
Fuente:https://saposyprincesas.elmundo.es/actividadesninos/cuenca/cultura/museos/planetario-de-cuenca/
Museo de cuenca
Esto es solo una parte de lo que podrás descubrir en tu visita a Cuenca, perderte por sus calles y contemplar su naturaleza. Apreciar sus tradiciones, artesanía local y gastronomía.
Cuenca te sorprenderá.